Gastos comunes: Todo lo que necesitas saber sobre ellos

Los gastos comunes son una realidad en todas las comunidades y edificios. Entender en qué consisten, cómo se calculan y cómo impactan en tu presupuesto es crucial para mantener una convivencia armoniosa y evitar sorpresas.

En Houm, no solo te ayudamos a arrendar o comprar departamento o casa de forma ágil y sin complicaciones, también te brindamos toda la información que necesitas. En esta guía, te explicaremos todo lo que necesitas saber sobre los gastos comunes y cómo manejarlos de manera eficiente.

¿Qué son los gastos comunes?

Los gastos comunes son aquellos que realiza el edificio o condominio para garantizar que todo funcione correctamente en el inmueble.

Antes de arrendar un departamento es conveniente que te informes cuánto es lo que se paga de gastos. Esto te será de utilidad para que puedas calcular si puedes cubrir todos los meses. 

Revisa el contrato de arrendamiento y asegúrate de entenderlo en su totalidad. Corrobora si se estipula a quién corresponde el pago de los gastos comunes, extraordinarios, fondo de reserva o cualquier otro que esté asociado a la propiedad.

Descubre también qué formato elegir el contrato de arrendamiento.

Tipos de gastos comunes

Hay dos tipos de gastos comunes: los ordinarios y los extraordinarios.

Gastos comunes ordinarios

Son los gastos que se generan mensualmente y que garantizan el correcto desenvolvimiento de la comunidad. Entre los gastos comunes ordinarios están:

• Administrativos: Corresponde al pago del personal necesario: conserje, administrador, personal de aseo.
• Mantenimiento: Son los pagos realizados para la mantención de los bienes o los espacios comunes como jardines, estacionamiento, piscina o ascensores.
• Reparaciones: Si algún bien común falla, corresponde pagar por la reparación. Allí se incluye la reparación de ascensores, portones, bombas de agua, entre otros.
• De uso y consumo: El pago de servicios como agua, luz y calefacción utilizados en los espacios comunes.

Gastos comunes extraordinarios

Corresponden a proyectos muy específicos y que deben ser autorizados en asamblea extraordinaria por los copropietarios. Un ejemplo de estos proyectos puede ser la construcción de un nuevo tanque de agua, una cancha deportiva o una piscina.

¿Cómo se calculan los gastos comunes?

El cálculo de los gastos que corresponden a cada departamento se hace mediante prorrateo basado en el tamaño de los departamentos. Este cálculo suele estar plasmado en el documento o reglamento de copropiedad del inmueble.

De forma tal que, si tomamos departamentos ubicados en un mismo edificio, un departamento de 100 m² pagará más en gastos comunes que un departamento de 60 m².

Descubre cuáles son los requisitos para arrendar un departamento.

¿Quién paga los gastos comunes?

Según la Ley de Copropiedad Inmobiliaria (Ley N° 19.537) en Chile, los gastos comunes los deben pagar las personas que habitan en los edificios. Es decir, los propietarios o los arrendatarios, según se haya estipulado en el contrato de arrendamiento.

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¿Qué ocurre si no los pagas?

No pagar los gastos comunes puede tener varias consecuencias, tanto legales como prácticas, que pueden afectar significativamente la convivencia en la comunidad:

• Recargos por mora: La mayoría de las comunidades aplican intereses por pagos atrasados, lo que incrementa la deuda original.
• Restricción de servicios: Algunas comunidades pueden restringir el acceso a ciertos servicios comunes, como el uso de áreas recreativas o el gimnasio.
• Acciones legales: La administración del edificio puede iniciar acciones legales para recuperar el dinero adeudado. Esto puede incluir embargos y juicios que afecten tu historial crediticio.
• Problemas comunitarios: No pagar los gastos comunes puede generar conflictos con los vecinos de edificios y condominios, ya que afecta el mantenimiento y operación de las áreas comunes que todos utilizan.

Arrienda con Houm

Al arrendar con Houm disfrutas de muchos beneficios: firmas el contrato online, sin burocracia ni papeleo y puedes pagar con tarjeta de débito, crédito o transferencia. Además, ¡no te pedimos aval! para que todo el proceso sea más fácil y rápido.

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